"SIN LAS MUJERES la Informática no existiría tal como la conocemos"

viernes, 5 de abril de 2013

Primeros Instrumentos de Cálculo de la historia



INTRODUCCIÓN:

Los ordenadores tienen una corta pero dilatada historia. En 1995 se han cumplido 20 años de la aparición del primer ordenador personal y apenas hace 50 años que se terminó ENIAC, el primer calculador electrónico que realmente funcionaba. Pero hace unos 5 000 años los seres humanos ya realizaban operaciones numéricas ayudándose del ábaco, la primera máquina que servía para ejecutar trabajos intelectuales y no físicos.
Pero como todas las innovaciones humanas, los ordenadores no han surgido de la nada, sino que disponen de unos antecedentes, una prehistoria, que conviene conocer en sus grandes hitos para poder comprender su desarrollo espectacular.

PREHISTORIA DE LOS ORDENADORES:

Se puede decir que un ordenador es una máquina gobernada por un procesador de información y que lleva incorporado un calculador automático. En este sentido, es interesante recordar ciertos descubrimientos esenciales en la historia de la automática y del cálculo.

La automática

La automatización consiste en reemplazar al hombre por una máquina para la ejecución de una tarea. Todo trabajo humano requiere dos tipos de energía: la energía muscular o mecánica y la energía mental o cognitiva; y esto es así tanto para un campesino que trabaja su campo como para un científico que pasa las horas encerrado en su laboratorio, aunque las proporciones necesarias de cada tipo de energía varían de una actividad a otra. Pues bien, la historia de la automática es el intento repetido de crear máquinas que sustituyan a los seres humanos en todo tipo de trabajos.
Han llegado hasta nuestros días algunos de los autómatas fabricados en la Edad Media: relojes de catedrales, instrumentos de música automática de algunas ciudades centroeuropeas, sistemas de riego automático, etc.
Leonardo da Vinci (1452-1519) concibió y diseñó casi todas las máquinas de trabajo que van a poder construirse y hacerse útiles posteriormente con la máquina de vapor.

Por el tipo de trabajos que se realizan en esa época parece que se van a confundir la automática y la cibernética, en el sentido de que la primera disciplina aspira a construir sistemas automáticos que simulan al hombre, objetivo definitorio de la cibernética; sin embargo esta confluencia no es posible en ese momento y habrá que esperar hasta nuestros días para que esta convergencia pueda darse en la moderna teoría de autómatas.
El comienzo de la era moderna de la automatización viene marcada por el invento de la máquina de vapor y del regulador automático a bolas para esta máquina (James Watt, 1736-1819).
Este invento supone que a partir de ese momento se posee una fuente de energía controlada capaz de suministrar un trabajo útil que, mediante un árbol de distribución, se puede aplicar a múltiples tareas, sustituyendo al hombre; también se posee, con el regulador de Watt, del primer sistema automático de control.
La industria téxtil es pionera en la automatización de la información. El diálogo hombre-máquina se inició con trabajos como los realizados por Joseph-Marie Jacquard (1801), que construyó un telar automático que podía tejer diseños de telas siguiendo las instrucciones codificadas en un sistema de tarjetas perforadas; modificando las perforaciones de la tarjeta, la máquina modificaba su conducta de forma automática. El sistema de almacenamiento de la información en tarjetas perforadas se ha utilizado mucho en los ordenadores, aunque ahora está en desuso.

La máquina de vapor se extiende rápidamente por toda Europa con la expansión de la Revolución Francesa, pero posteriormente aparecen otro tipo de motores que también son fuentes de desarrollo de la automatización: motor eléctrico (1872), motor de explosión (1877), motor a reacción (1944) y motor nuclear (1943).

El cálculo

Entre las actividades más comunes de la vida cotidiana de todos los pueblos, desde el comienzo de los tiempos, está la acción de contar; por tanto, el hombre siempre ha tenido necesidad de un instrumento que le ayude a realizar esta operación. En un principio fue práctica generalizada el contar con los dedos, los cuales siguen siendo, todavía hoy, el instrumento favorito de niños y adultos, en muchas situaciones.

El primer dispositivo para realizar operaciones numéricas que se suele mencionar, es el ábaco, cuyo origen no se conoce perfectamente, pero que algunos sitúan en Babilonia, hace unos 5000 años. Se ha señalado que el ábaco es la primera máquina que ayuda a realizar un trabajo intelectual, frente a las máquinas habituales que sirven para realizar trabajos físicos.

El siguiente gran paso en la creación de instrumentos de ayuda al cálculo fue la invención de los logaritmos por el matemático escocés Neper (1550-1617), los cuales permiten reducir las multiplicaciones y divisiones a sumas y restas:
log (x . y) = log(x) + log (y)
log (x/y) = log (x) - log (y)
Los científicos de la época apreciaron inmediatamente la importancia de la aportación de Neper y enseguida se intentaron mecanizar las operaciones aritméticas elementales, esto es, suma, resta, multiplicación y división. Se construyó un aparato llamado regla de cálculo, utilizando una regla que llevaba marcados los números a la distancia correspondiente de sus logaritmos; se multiplicaban o dividían cantidades, sumando o restando distancias sobre la regla, ayudándose de un par de separadores.


Posteriormente se perfeccionó el instrumento, sustituyendo los separadores por dos reglas que se desplazan la una sobre la otra.
La regla de cálculo fue el primer instrumento de cálculo analógico, así como el ábaco fue el primer instrumento de cálculo digital. Esta diferencia se mantiene en los ordenadores modernos.

La profesora

YA HEMOS PASADO LA CUARENTENA

Ya estamos en el #díacuarentaydos del confinamiento, y esto no se le ve el final. Ya van a dejar salir a los niños el día 27 para que den...