Vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una
sola cosa.
Blaise Pascal
(Clermont-Ferrand,
Francia, 1623-París, 1662) Filósofo, físico y matemático francés. Su madre
falleció cuando él contaba tres años, a raíz de lo cual su padre se trasladó a
París con su familia (1630). Fue un genio precoz a quien su padre inició muy
pronto en la geometría e introdujo en el círculo de Mersenne, la Academia, a la
que él mismo pertenecía. Allí Pascal se familiarizó con las ideas de Girard
Desargues y en 1640 redactó su Ensayo sobre las cónicas (Essai pour les
coniques), que contenía lo que hoy se conoce como teorema del hexágono de
Pascal.
La designación de su padre como comisario del impuesto real
supuso el traslado a Ruán, donde Pascal desarrolló un nuevo interés por el
diseño y la construcción de una máquina de sumar. A los 18 años, Pascal, que
ayudaba ocasionalmente a su padre a redactar sus informes oficiales, se planteó
el problema de cómo ahorrarle a su progenitor el engorro de las tediosas
operaciones aritméticas en las que debían sumarse interminables relaciones de
números.
Con 19 años, Pascal regaló a su padre su primer modelo de
calculadora mecánica, con la que éste podía calcular con mayor rapidez y
seguridad.
Se conservan todavía varios ejemplares del modelo que ideó,
algunos de cuyos principios se utilizaron luego en las modernas calculadoras
mecánicas.
Blaise Pascal inventó y construyó la Pascalina, la primera
máquina sumadora de la historia, precursora de las calculadoras de hoy. Era de
funcionamiento mecánico y basado en engranajes. Los historiadores de la
computación reconocen su gran contribución en este campo. La Pascalina era
capaz de realizar operaciones como la adición y la sustracción (el museo de
Zwinger, en Dresde, Alemania exhibe una de sus calculadoras mecánicas
originales).
La Pascalina abultaba algo menos que una caja de zapatos y
era de forma baja y alargada. En su interior se disponían unas ruedas dentadas
conectadas entre sí, formando una cadena de transmisión, de modo que cuando una
rueda giraba completamente sobre su eje, hacía avanzar un grado a la siguiente.
Las ruedas representaban el sistema decimal de numeración.
Cada rueda constaba de diez pasos, para lo cual estaba convenientemente marcada
con números del 9 al 0. El número total de ruedas era ocho, seis ruedas para
representar los números enteros y dos ruedas más, en el extremo izquierdo, para
los decimales. Con esta disposición se podían manejar números enteros entre
0’01 y 999.999’99.
Mediante una manivela se hacía girar las ruedas dentadas.
Para sumar o restar no había más que accionar la manivela en el sentido
apropiado, con lo que las ruedas corrían los pasos necesarios. Cuando una rueda
estaba en el 9 y se sumaba 1, ésta avanzaba hasta la posición marcada por un
cero. En este punto, un gancho hacía avanzar un paso a la rueda siguiente. De
esta manera se realizaba la operación de adición.