"SIN LAS MUJERES la Informática no existiría tal como la conocemos"

miércoles, 6 de marzo de 2013

Mi infancia


Me han mandado un e_mail que habla de la infancia que vivimos aquellos que nacimos desde los 50 a los 70 y me ha traído muchos recuerdos, los cuales quiero compartir con vosotros.
Cuando yo era pequeña no había Internet, no había ordenadores, no había tablet, no había electrónica  pero eramos felices.
Nuestras vidas eran sencillas, íbamos al colegio solas, no nos tenía que llevar nadie, no recuerdo a mi madre en la puerta del colegio nunca. Yo iba con mi hermano mayor y unas vecinas también un poco mayores que mi hermano, y no pasaba nada. Nos encantaba los días de lluvia pues nos poníamos las botas catiuscas y nos íbamos metiendo en los charcos todo el camino.
En la escuela de las monjas me gustaba cuando llegaba el mes de Mayo, pues nos hacían que aprendiéramos versos y se los recitábamos a la Virgen llevándole flores, la que mejor lo hacía le premiaban con una chocolatina, era una lengua de gato, estaban deliciosas. Yo creo que ellas nos desarrollaron nuestra memoria desde muy pequeñas, pues estoy hablando que yo tendría 5 ó 6 años.
En mi calle vivíamos muchos niños y todos eramos amigos, jugábamos en la puerta de la calle sin problemas, teníamos juegos de temporada, según la meteorología.
Uno de los mejores era jugar a balontiro en el callejón, como no pasaban coches, teníamos nuestro campo diseñado, qué balonazos nos dábamos, pero qué partidos tan reñidos, sobre todo niños contra niñas.
También teníamos la época de saltar a la goma, en triangulo si estábamos muchas, o dobles si eramos menos, como desarrollábamos las piernas, pues eran unos saltos impresionantes.
Otro de los juegos de verano era la rayuela, la cual pintábamos bien grande en la calle y nos duraba todo el verano pintada. Íbamos a buscar el tejo a los grupos, pues allí había buenas piedras y lo guardábamos como oro en paño, pues era la piedra que mejor se deslizaba por el asfalto y nos hacía ganar las partidas.
Otro juego que recuerdo con añoranza era jugar a las pelotas de "té con café", consistía en dos pelotas que lanzabas a la pared y hacías diferentes malabares con ellas y siempre con las palabras mágicas.
Luego ya nos hicimos un poco mayores, pues  fuimos al instituto, tenía 10 años, si solo 10, pues entonces empezábamos primero de bachiller con esa edad y también recuerdo ir sola, con mis libros en la mano, pues como ya iba al instituto no se podía llevar cartera, pues te podían confundir con los pequeños que iban a la escuela. En horario de mañana y tarde, y os lo prometo me daba tiempo a estudiar, jugar, merendar...., pues yo casi siempre saque buenas notas.

Mis recuerdos son interminables pero sobre todo recuerdo con la felicidad que viví mi infancia. 
Intentemos entre todos que los niños sean felices y puedan recordar como yo aquellos maravillosos años.
La profesora

YA HEMOS PASADO LA CUARENTENA

Ya estamos en el #díacuarentaydos del confinamiento, y esto no se le ve el final. Ya van a dejar salir a los niños el día 27 para que den...