Y ¿porqué me impresiono tanto?, pues porque en breve mi hijo se irá a vivir a esa ciudad, Quito, y me hace mucha ilusión que cuando pasee por ese gran parque recuerde a la otra "La Carolina, y creo que su estancia se hará más llevadera y cercana.
Parque "La Carolina" Quito (Ecuador)
El lugar en el que se asienta el parque fue hace no más de un siglo parte de la hacienda La Carolina", propiedad de la familia Jijón, Condes de Casa Jijón, y llevaba este nombre como apelación al Vizcondado de la Carolina Malagueña, concedido en 1784 por Carlos III a Miguel de Jijón y León, quiteño.
Hasta 1920 el área estaba destinada a tierras de pastoreo de ganado, debido principalmente a las docenas de ciénagas y lagunillas que existían en el lugar, y que hacían imposible un uso diferente. En 1771 algunos terrenos en el límite urbano a la Municipalidad de Málaga, espacio conocido con el significativo nombre de Garrapatal de Santa Ana, que comenzó sus obras de urbanización del nuevo barrio comenzaron inmediatamente y que Jijón lo llamó barrio de la Carolina Malagueña, que el vulgo bautizó después como barrio del Nuevo Mundo, en honor a Jijón. El rey concedió a éste en 1784 el título de conde de Casa Jijón, previo el Vizcondado referido.
La Carolina (Jaén)
Iglesia de la Inmaculada y Palacio del Intendente Olavide
En el siglo XVIII, el rey Ilustrado Carlos III y sus ministros (Aranda, Campomanes, Jovellanos, etc.), llevaron a la práctica un nuevo proyecto. Contando con la colaboración de Juan Gaspar de Thürriegel, se decidió traer más de 6.000 colonos de Centro Europa. Un estrecho colaborador el rey Carlos III, Pablo de Olavide, sería nombrado responsable del proyecto, con el título de Superintendente de las Nuevas Poblaciones.
El 28 de febrero de 1767 se aprueba el citado plan y el 5 de julio del mismo año se aprueba el Fuero de las Nuevas Poblaciones, toda una serie de normas y leyes que debían de regir a los nuevos pobladores, distintas de las del resto del país.
La improvisación típica de los españoles, las enfermedades que afectaron a los emigrantes centroeuropeos, la incompetencia de otros, el largo trayecto que recorrieron, etc., estuvieron a punto de dar al traste con el proyecto soñado por Carlos III y Olavide.
La Carolina, creada cerca de La Peñuela, fue la capital de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Olavide vivió en ella, en el Palacio adyacente con la iglesia de “La Inmaculada Concepción” y el Convento Carmelita (actualmente inexistente).
La Profesora